Esta interesante propiedad hace que se hayan convertido en buenos espesantes utilizados en ámbitos tan diversos como la repostería o el cultivo de microorganismo en medio semisólido (el agar de las placas de Petri). También presenta interés farmacológico, utilizados como excipiente o bien debido a sus propiedades demulcientes (ablandan, desinflaman y suavizan todas las mucosas) como suavizante de mucosas en afecciones de vías respiratorias superiores,en el tratamiento de irritaciones del tracto gastrointestinal, o en irritaciones de la piel. Tienen también un doble efecto frente al bolo fecal de manera que se recomienda su ingestión en casos de diarrea, ya que contribuirán a absorber líquido y conformar un bolo más sólido, y frente al estreñimiento, ya que contribuirán a formar un bolo más hidratado y, por tanto, más blandito y fácil de expulsar.
En fin, se podría hablar mucho y bien sobre estas sustancias.
Sin embargo el propósito de este escrito era reseñar la presencia de cierto tipo de mucílagos adhesivos en una curiosa especie vegetal presente en nuestro territorio: Drosophyllum lusitanicum, la Atrapamoscas.
Se trata de una especie propia de suelos muy pobres, de naturaleza silícea, y que tapiza sus hojas de miles de glándulas relucientes de un mucílago pegajoso que supone una auténtica trampa para cualquier insecto despistado que aterrice en ella.
Para saber más sobre esta especie recomiendo leer el siguiente artículo:
" Apuntes ecológicos sobre Drosophyllum lusitanicum una especie singular de planta carnívora" (2017) de Maria Paniw, Roberto Salguero-Gómez y Fernando Ojeda (aparecido en la revista digital El Corzo, de la SGHN, Vol. V).
Por mi parte, me limito a traer unas cuantas fotografías de esta interesantísima planta.
Sobre mucílagos:
GLÚCIDOS (IV): MUCÍLAGOS
Glúcidos de aplicación en farmacia
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