lunes, 28 de diciembre de 2020

Lepista (Pie azul)

 Resulta una de las especies que se suelen reconocer con cierta facilidad gracias a su color tan característico. 

El sombrerillo tiene tonalidades más o menos acusadas color violeta, variables según el estado de madurez, que pueden acabar con tonos predominantes marrón o crema, en particular hacia el centro, que por cierto aparece un poco deprimido en la madurez. 

Se aprecian las tonalidades violáceas en el sombrerillo,
a pesar de la baja calidad de la foto
.

En esta otra imagen, tomada ya al cabo de unas horas y en casa,
se aprecia coloración más pardusca en el sombrerillo, aunque persisten ciertos rastros de violeta.
También nos podemos hacer una idea del tamaño de este ejemplar (unos 6 cm de diámetro).

En las láminas se aprecia más claramente, y con mayor constancia, el tono general violáceo, malva o lila. Fijándonos un poco podremos observar que las láminas o llegan a tocar la inserción del pie, se retraen un poco antes (son escotadas) y también podremos notar como hay láminas que comienzan en el borde del sombrerillo pero que se quedan a mitad de camino. es por ello que para referirnos a ellas haya que emplear otro término: lamélulas.

El pie presenta una coloración similar, aunque con estriaciones de distinta tonalidad, más blanquecino cuanto más hacia abajo. No tiene anillo y termina engrosándose un tanto, aunque bastante lejos de una volva. Es frecuente que al arrancar un ejemplar se nos queden pegado restos del micelio, violáceo blanquecino, y algo de suelo y hojas.

Aspecto de láminas y pie. Una coloración que fácilmente se recuerda.

Foto más cercana de láminas y pie, al que se ha quedado adherido un fragmento del micelio. Pie sin anillo ni volva.

Borde del sombrerillo, arranque de láminillas que, como se observa,
se atenúan y finalizan antes de llegar al pie (escotadas). También son bien visibles las lamélulas,
que comienzan en el sombrerillo pero tienen un recorrido bastante más corto que las auténticas láminas.

Se cita en bosques  de coníferas y planifolios. El ejemplar de este caso, como revelan las hojas del suelo, se recolectó bajo encinas.

Se han tomado algunas muestras de las láminas para observación al microscopio óptico.

Aspecto de una lámina (objetivo de 10x) Se observan los tejidos fértiles, más oscuros,
en los bordes (aristas) de la lámina, y la trama de hifas estériles rellenando la zona media.


En esta otra imagen (objetivo de 40x) puede apreciarse un basidio portando un grupito de cuatro esporas,
cada una adherida a una prolongación o esterigma.

Detalle ampliado de la foto anterior, señalando el basidio y las (cuatro) basidiosporas.

Actualización:02/01/2021

Un trío de fotos tomadas en el campo, bajo encinas, poco después de escribir este artículo. Se pueden apreciar mejor colores y tonalidades de esta especie, en particular de la parte superior del sombrerillo.





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Bibliografía

- Esteve Raventós, F. et al. (2007): Setas de la península Ibérica e Islas Baleares. Ed. Jaguar.
- Gerhardt,E., Vila,J. y Llimona, X. (2000): Manual de identificación. Hongos de España y Europa. Eds. Omega.


Referencias en la web:

Lepista nuda. Descripción general (en amanitacaesarea.com. Jorge Jiménez Santos).
Lepista nuda. Descripción general y detalles microscópicos. (Guía de setas y hongos de Navarra. García Bona)

domingo, 27 de diciembre de 2020

Ortiga

La ortiga es una de esas plantas que uno acaba conociendo, quiera o no quiera, si tiene una mínima relación con las plantas. El escozor característico que produce su contacto deja un recuerdo difícil de olvidar. Además, se trata de una planta bastante asociada a ambientes humanizados,  así que tampoco resulta raro toparse con ella a poco que uno de lo proponga.

Observando cortes de tejido de hoja de ortiga (Urtiga urens) al microscopio, podemos apreciar una faceta más amable de esta planta que nos deja adentrarnos en su anatomía foliar íntima. El modelo histológico de esta especie es generalizable a gran número de grupos de fanerógamas, por lo que su observación puede tener un evidente interés didáctico.

En un corte transversal es relativamente sencillo identificar una serie de capas, si bien es verdad que antes hay que hacer el ojo a estas visiones de tejidos vegetales en fresco y sin teñir.

Si comenzamos la observación desde el haz, la parte superior de la hoja, podemos apreciar un aprimera capa, la epidermis, formada por células carentes de cloroplastos, con pared celular más bien gruesa, y de aspecto translúcido, casi transparentes. En el envés, parte inferior de la hoja, hay también epidemis, pero más adelgazada y con presencia de estomas de manera habitual. 

Corte transversal de hoja de Urtica sp. (100 aumentos)


Corte transversal indicando elementos 


Entre ambas epidermis nos queda el parénquima clorofílico, de bello color verde esmeralda. Con algo de agudeza visual podemos apreciar unos granulitos verdes, más o menos lenticulares, normalmente hacia la periferia de las células, que son, precisamente, los cloroplastos, los que otorgan el color a esta capa (y a la hoja). En este parénquima clorofílico podemos diferenciar dos capas, una primera, hacia el haz, formada por células más altas que anchas, dispuestas apretadamente, sin dejar resquicios entre ellas. Esta primera capa recibe el nombre de parénquima en empalizada, ya que la disposición de sus altas células recuerda claramente (al menos a mi) a un típico fuerte del oeste americano. La segunda capa, entre la que acabamos de describir y la epidermis del envés, está formada también por células con cloroplastos, y por tanto verdosas, pero que difieren de las anteriores encuanto a forma, ya que son más bien redondeadas (o al menos no más altas que anchas) y se disponen de manera más irregular, dejando espacios y huecos entre ellas. Esta capa se denomina parénquima lagunar o esponjoso por estas lagunas o huecos que funcionan permitiendo el intercambio gaseoso de la hoja con el exterior. Algunas de estas lagunas se comunican con el exterior por medio de una ventana de doble hoja, el estoma.

Detalle de hoja (400 aumentos).



Detalle a 400x ,resaltando con líneas de color 
e identificando capas y elementos característicos
.



En estas última fotos tomadas a mayor aumento creo que se aprecian mejor las capas que he intentado describir. He remarcado los límites entre capas, también el contorno de alguna célula y un par de estomas que por allí pasaban.
También aparece en las muestras un elemento extraño que no concuerda con el patrón histológico esperado. No es verdoso, más bien marrón claro, y tiene forma entre circular y piriforme. En las primeras imágenes, a menor aumento, se puede apreciar además como estos elementos se repetían de forma aparentemente periódica, siempre cerca de la epidermis. Estas formaciones, según las referencias que he consultado, podrían corresponder a gránulos minerales formados por sales de calcio.



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Referencias en la web:

viernes, 25 de diciembre de 2020

Volvaria

Poco antes de irnos de vacaciones de Navidad nos han traído unas setas para identificar, que se han quedado en el laboratorio. Los ejemplares estaban en buen estado, aunque faltaba un elemento que hubiera servido para confirmar la determinación, ya que los pies estaban cortados. Es interesante extraer también la parte más basal de una seta si queremos llegar a identificaciones fiables. En este caso, no obstante, parece que el resto de caracteres que se muestran no lo hacen tan necesario y podemos presuponer con buen grado de fiabilidad lo que podría haber en el extremo cercenado.

Vista general superior (el paquete de pañuelos de papel y
el mando a distancia del proyector nos dan idea del tamaño de estas muestras).


Vista lateral. A una de las muestras se le ha cortado el pie
con objeto de obtener un esporograma. .

Este carpóforo, cuerpo fructífero o, más coloquialmente, seta, presenta sombrerillo, más o menos viscoso, con cutícula separable, de más de 5 cm de diámetro, más bien aplanado,blanquecino con tonalidades crema. El himenio está formado por laminas de color rosado o asalmonado, libres (que no se unen al pie). El pie, de coloración semejante al píleo (la parte superior del sombrerillo), no presenta anillo y no tiene una forma estrictamente cilíndrica sino cónica, más ancho en su porción basal y más estrecho a medida que se acerca al sombrerillo. El pie debería acabar en una volva membranosa más o menos enterrada, aunque este detalle no se ha podido comprobar en estos ejemplares.

Detalle de las láminas, libres, bien separadas de la inserción del pie
en el sombrerillo y de característico color salmón.

Anteriormente este tipo de hongos estaban englobados en el género Volvaria y es así como aún se la conoce de manera común. Más tarde se pasó a Volvariella y últimamente se están encuadrando en un nuevo género, Volvopluteus. Muy posiblemente se trata de lo que antes se conocía como Volvaria speciosa, aunque parece que esa no es más que una forma cromática (de distinto color) de V. gloiocephala, cuya forma típica es gris parduzco, por lo que también se la  puede encontrar como V. gloiocephala var. speciosa en la bibliografía. No se cita esta especie como tóxica y en alguna referencia se da como comestible, aunque con escaso valor gastronómico y también se ha señalado que puede resultar indigesta para personas sensibles a este tipo de hongos por lo que su consumo no resulta recomendable. Además cabe la posibilidad de confundirla con alguna de las "Amanitas sin anillo", ( las de la sección Amanitopsis, Amanitas vaginata o similares) en particular si se recolectan en fase de "huevo"; en fase madura, en cambio, las láminas sonrosadas descartarían a este peligroso género.

Hemos obtenido algunas imágenes al Microscopio Óptico de cortes a nivel de las láminas del himenio. Se pueden apreciar algunos basidios, con esterigmas más bien cortitos, y abundantes esporas, de buen tamaño, elipsoidales, color marrón claro. Las fotos se han obtenido con el objetivo de 40x (400 aumentos). 


Tejido hifal con algunos basidios y esporas, con realzado de color en
basidios (amarillo) y esterigmas (rojo claro)
.

Esporas

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Bibliografía:

Esteve Raventós, F. et al.(2007): Setas de la península Ibérica e Islas Baleares. Ed. Jaguar.


Referencias en la web
:

Volvopluteus gloiocephalus en Microscopía de Hongos (Vol. V) de García Bona
Volvaria, en El medi natural del Bages.
Volvariella en amanitacaerarea.com