lunes, 11 de marzo de 2013

Toxina botulínica

¿Qué es la toxina botulínica?
La toxina botulínica es una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum que tiene la propiedad de alterar determinadas terminaciones nerviosas responsables de la contracción de los músculos.
Una vez que la toxina entra en contacto con estas terminaciones, las altera produciendo parálisis muscular temporal.
El efecto de la toxina es transitorio, de forma que las terminaciones nerviosas afectadas vuelven a la normalidad en un periodo de tiempo variable, que no suele superar los seis meses.
Esta toxina es conocida popularmente como “Bótox

Se trata de uno de los venenos más poderosos que existen. Como arma química o biológica es considerada extremadamente peligrosa, catalogada como arma de destrucción masiva y prohibida por la Convención de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas.

Procedencia biológica de la toxina.


Esta toxina es producida por una bacteria anaeróbica Gram  positiva,  Clostridium botulinum, de la que se conocen hasta 8 tipos inmunológicamente distintos, pero sólo los tipos A, B y E se han vinculado al botulismo humano. 

Se conocen diversos tipos de Clostridium botilinum, cada uno de los cuales produce una neurotoxina inmunologicamente distinta de las otras. Se hallan entre las más potentes que existen (un microgramo contiene doscientas mil veces la dosis letal mínima para el ratón y es aproximadamente igual a la dosis letal para el hombre). 

Por este motivo, un mínimo error de cálculo en la dosis de esta toxina proporcionada a un individuo puede provocarle la muerte inmediata.

La toxina botulínica y la propagación del impulso nervioso.

La neurona tiene dos funciones principales:
  1. La propagación del potencial de acción (impulso nervioso) a través del axón.
  2. La transmisión a otras neuronas o a las células efectoras (músculo esquelético, músculo cardíaco, las glándulas exocrinas y glándulas endocrinas reguladas por el sistema nervioso) para provocar una respuesta.
Una vez iniciada la propagación axonal del impulso nervioso, ciertas drogas o toxinas pueden modificar la cantidad de neurotransmisor liberada por el axón terminal; precisamente esta es la forma de la que actúa la toxina botulínica: bloqueando la liberación de acetilcolina .

Pero… ¿cómo funciona esta toxina?


Toxina botulínica
Fórmula: C6760H10447N1743O2010S32
Peso molecular: 
149322.7000 kDa
Los movimientos involuntarios se generan por impulsos eléctricos que se generan en el cerebro y la médula espinal, y viajan por los nervios periféricos. Al final de estos nervios se encuentra almacenada una sustancia química transmisora llamada acetilcolina. Cuando el impulso eléctrico alcanza el punto de almacenamiento, la acetilcolina se libera y contacta con el músculo, produciendo su contracción. Cuando la toxina botulínica se inyecta en el músculo, bloquea la acetilcolina y debilita el músculo. Para que el tratamiento con toxina botulínica sea efectivo, es necesario identificar los músculos que presentan mayor actividad de la normal y decidir la dosis apropiada para normalizar su actividad.


Uso médico.

La toxina botulínica ha sido utilizada con fines terapéuticos desde principios de la década de los 80.

Sus primeras aplicaciones fueron en el campo de la oftalmología donde se usó el medicamento para corrección de desórdenes de movimiento de los ojos.

Más adelante el medicamento pasó a ocupar un lugar muy importante en tratamientos efectuados particularmente por neurólogos y fisiatras para controlar contracciones musculares involuntarias comunes en pacientes afectados por desórdenes neurológicos tales como los derrames cerebrales, esclerosis múltiple, perlesía cerebral y daño al cordón espinal.

En ocasiones, estas condiciones producen un estado de activación muscular involuntaria (no deseada, que el paciente no puede controlar) que se caracteriza por espasmos, rigidez y dificultad para mover los brazos o piernas aún con asistencia. Este estado puede deberse a espasticidad muscular.

Recientemente su uso se ha expandido a muchos otros campos de la medicina, incluyendo el manejo de síndromes de dolor crónico (dolores musculares de cuello o de espalda baja y ciertos tipos de dolor de cabeza) y para tratamiento cosmético.
Un ejemplo de enfermedad curada con esta toxina puede ser el blefaroespasmo. Este es un término general para los espasmos involuntarios de los músculos del párpado. Algunas veces, el párpado puede cerrarse (o casi cerrarse) de manera repetitiva y luego volver a abrirse. Gracias al empleo de esta toxina, esta enfermedad tiene una mejora del 90%.

Uso en cirugía estética.

Como ya se ha explicado anteriormente, la toxina botulínica, al inyectarse en los músculos, causa una parálisis muscular temporal mediante el bloqueo de la liberación del neurotransmisor acetilcolina. 


Uno de los usos mas populares de este medicamento en la actualidad es el tratamiento cosmético para la reducción o eliminación de las líneas de expresión facial (arrugas). 
Las líneas de expresión facial son en parte producidas por contracciones repetidas de múltiples músculos pequeños que poseemos en la cara.
Esto ocurre a lo largo de los años,  produciendo marcas visibles en la piel.
El medicamento, usado correctamente, produce una parálisis temporal de algunos de estos músculos, disminuyendo así las líneas de expresión y eliminando las arrugas.



Marina González Durán


Bibliografía:

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta informacion relacionada con la Toxina botulínica.

    saludos!

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  2. Me alegro que la información del artículo le haya sido útil. Saludos.

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