sábado, 25 de mayo de 2024

Mariposillas blancas (I)

 Las mariposas blancas me atrevería a afirmar que son las más comunes de ver, aunque puede que también las menos apreciadas. A primera vista nos puede parecer que todas las mariposas blancas son la misma. Es preciso detenerse y fijarse en algunos pequeños detalles que solemos pasar por alto para darnos cuenta de que esto no es así.
El propósito de este artículo es acercarnos y observar de otra manera a estas mariposillas blancas tan comunes y aparentemente iguales. La intención es meramente divulgativa y desde ahora pido disculpas por las inexactitudes, omisiones y errores que pueda cometer, así como por echar mano de una "clasificación" totalmente artificial, enfocada básicamente en unos pocos caracteres (esencialmente su color) ignorando todo lo demás, de manera que voy a mezclar en este grupo géneros y familias distintas con el único denominador común de ser mayoritariamente blancas.
Antes de nada advertir que para empezar a observar a estos inquietos insectos va a hacer falta armarse de algo de paciencia y de un instrumental básico, como unos pequeños prismáticos y una cámara digital con zoom respetable. No es fácil acercarse a ellos sin que se den cuenta y salgan volando y algunos caracteres no los vamos a apreciar bien si después no los ampliamos un poco en en la pantallita de la cámara o, más tarde en casa, en la pantalla de un ordenador.
Hechas estas salvedades, comencemos.

Cuando nos encontremos con una mariposa blanca lo primero que debemos preguntarnos es si sus alas nos parecen mayoritariamente blancas (especialmente por arriba, en su anverso, algo menos  por abajo, su reverso)  si las puntas de alas tienen manchas oscuras y si cuenta con algún punto negro o lunar en el interior del ala (a veces dos, o puede que ninguno). Si cumple estas condiciones estamos ante un primer grupo (las Blanquitas y las Blanquiverdosas), que vamos a estudiar enseguida.

Pieris
Alas con blanco predominante (sólo con puntas oscuras y algún lunar).

Alas con blanco predominante (puntas en blanco y negro).


O también puede ocurrir que las preguntas que nos hagamos, si no cumple las condiciones anteriores, es si apreciamos una mayor proporción de negro en las alas -vistas desde arriba- ya sea en forma de venación muy marcada y/o por contar con áreas y dibujos negros que les oscurecen las alas. Si eso es así, nos encontramos con un segundo grupo de mariposas blancas "ennegrecidas" que abordaremos en un segundo artículo.

Aporia crataegi
Alas con blanco y negro (con marcada venación oscura)
Melanargia
Alas con blanco y negro (con áreas y dibujos en negro sobre fondo blanco)

En el primer grupo de mariposas blancas, blancas, podemos distinguir, a su vez, entre las que, si las miramos desde arriba, tienen en la punta de las alas delanteras (o ápice) una mancha oscura, sin blanco en su interior, más o menos grande, más o menos negruzca, de aquellas que no tienen esa mancha uniforme en las puntas, sino que alternan manchitas negras sobre fondo blanco. En el primer caso estaremos viendo Blanquitas (géneros Pieris y Leptidea) y, en el segundo, estaremos frente a alguna Blanquiverdosa (géneros Euchloe y Pontia daplidice). 

Blanquitas (géneros Pieris y Leptidea)

La forma y extensión de la mancha en las Blanquitas nos permite afinar en algunas especies. Si la mancha es más bien grande, extendida hacia ambos lados desde el ápice (desde la punta del ala) y, con algo de imaginación, nos parece que tiene forma de arco o, mejor aún, de boomerang, estamos ante la Blanca de la col, Pieris brassicae

Pieris brassicae. Mancha en la punta grande, arqueada en forma de boomerang.


P. brassicae con su boomerang resaltado en azul. El reverso del ala trasera puede ser, como se observa, amarillento verdoso y no blanco puro.

Cuando esa mancha no se extiende tanto y, aunque esté curvada no parece un boomerang y resulta más cortita hacia abajo que hacia el borde delantero del ala, nos podríamos encontrar ante Pieris rapae, la Blanquita de la col, especie bastante abundante, o quizás ante las más escasas Pieris napi o Pieris mannii (sobre Pieris napi se puede consultar información aquí y sobre P. mannii aquí mismo).

Pieris rapae: Punta del ala con mancha grisácea en forma de arco corto, más largo por delante que hacia abajo.

Pieris rapae: Mancha en arco corto en la punta y dos lunares en ala delantera (hembra)


Blanquiverdosas (géneros Euchloe y Pontia)

Vamos con el segundo grupo de esta entrega, las que tienen punta de las alas blanco y negro, las Blanquiverdosas.
La forma de las manchas del ápice no suele ser un carácter suficiente como para decidir si estamos frente a una u otra especie...excepto en un caso bastante simpático. Si estas manchas nos recuerdan de alguna manera a la cabeza y las orejas de Mickey Mouse (sí, el de Disney) estamos de enhorabuena, tenemos frente a nosotros a Pontia daplidice, la Blanquiverdosa. Estas manchas son mucho más evidentes en el reverso alar (a veces también en el anverso, como en la foto) pero mantienen ese dibujo, más o menos claro, en la punta de las alas.


Si nos esforzamos un poco y ponemos un poco de fantasía, vemos al ratón Mickey en la punta de las alas de la 
Pontia daplidice y en los bordes del ala trasera (no siempre se ven estas últimas).

Hay que poner un poco de imaginación y buena voluntad...

.... y si aún no lo vemos, resaltamos en azul algunas cabecitas y orejillas del famoso ratón.

Si no nos encontramos al ratón Mickey en las alas tenemos un problema porque las mariposas que nos quedan por ver son muy parecidas si las vemos por arriba, con las alas abiertas. Las manchas de las puntas no suelen ser un carácter discriminatorio y las alas traseras suelen verse blancas excepto en ciertas condiciones de luz cuando vemos por transparencia el dibujo verdiblanco que tienen esas alas por debajo, lo que no suele ocurrir siempre ni mucho menos... veamos por ejemplo este caso:


Poniendo atención en las alas traseras vemos que no son completamente blancas sino que unas sombras grises irregulares y alargadas la recorren. Con algo de imaginación nos pueden recordar las franjas de una cebra. Resaltando en azul las franjas grisecillas quizá se aprecie mejor:

¿Se ven esas franjas acebradas un poco mejor ahora?

Esas franjas no se dejan ver bien siempre por encima, con las alas abiertas, pero son muy evidentes con las alas cerradas. No hay dudas con ese dibujo de cebra verde tan suyo y característico:

 Por cierto esta mariposilla tan bonita se llama Euchloe belemia, la Blanquiverdosa rayada.

En caso de duda, si no se aprecia bien el carácter acebrado, podemos recurrir a analizar el contorno de las manchas blancas del reverso; si son más bien angulosas confirmaremos que se trata de E. belemia y si son más bien redondeadas estaremos ante una de estas dos: Euchloe crameri o E, tagis, que pueden  resultan difíciles de distinguir. Para ver quién es quién hay que mirarlas con las alas plegadas (su reverso alar) y fijarse en las alas traseras (las delanteras son blancas como E. belemia, con manchas verdes o negras en las puntas, o sea que no nos dan muchas pistas). En este caso el dibujo no es a rayas sino formado por manchas blancas redondeadas sobre fondo verde. Si vemos bastante proporción de blanco en el ala (las manchas blancas son más bien grandes) estamos frente a la Euchloe crameri, la Blanquiverdosa moteada. Si las manchas blancas son, en su mayor parte, pequeñas, tampoco demasiado numerosas y nos parece que hay más verde que blanco en el ala, entonces nos encontramos frente a su hermana, la Euchloe tagis, la Blanquiverdosa curva. De esta última, por cierto no puedo mostrar fotos porque no la he visto nunca, aunque los que saben de esto dicen que existe y que se mueve por la comarca, aunque no resulte muy frecuente de ver. Puede consultarse información sobre esta especie en este enlace.

Euchloe crameri. Si miramos hacia la izquierda vemos su anverso alar, que no se distingue mucho de E. belemia y hasta podríamos pensar en una Pontia daplidice un poco rarita.
Si miramos a la derecha vemos un reverso alar formado por grandes manchas blancas redondeadas sobre fondo verde y eso es lo que nos sirve para identificarla.

Blanquiverdosa moteada descansando sobre Ophrys gr. fusca que nos deja ver el reverso del ala posterior y un poquito del ala anterior.

Mariposillas blancas que no son ni Blanquitas ni Blanquiverdosas.

Una especie que podríamos confundir con alguna de las Blanquiverdosas es Anthocaris cardamines, la Musgosa o Aurora. La hembra de esta especie (puede verse aquí, o aquí también) recuerda bastante a este grupo. Por encima es blanca, excepto en las puntas que son blancas y negras (tienen también algún lunarcillo en el interior del ala), como las Blanquiverdosas. Con un poco de agudeza visual y mucha suerte, podríamos apreciar que las manchitas blancas se distribuyen hacia los bordes, dejando hacia dentro una mancha oscura homogénea, sin blanco en el interior, a diferencia de las Blanquiverdosas. Por debajo las alas traseras tienen dibujo de camuflaje con manchas blancas sobre fondo verde, no acebrado (lo que nos descarta E. belemia), lo que nos recordaría a Euchloe crameri o E. tagis. La proporción de blanco es mayor que en estas dos especie y las manchas no siempre redondeadas, son más irregulares. Los machos de A. cardamines tienen en su anverso una franja de color naranja llamativa que los hace inconfundibles. Tampoco tengo fotos suyas... 

Blancas o amarillos muy pálidas son las hembras de Gonepteryx, tanto de la Cleopatra (G. cleopatra) como de la Limonera (G. rhamni). En vuelo su tamaño nos podrá hacer dudar de si estamos ante alguna Blanca de la col (Pieris brassicae). Cuando se posan pliegan las alas e intentan pasar desapercibidas entre la vegetación (y lo consiguen, vaya que sí). Si tenemos la suerte de poder observarlas saldremos de dudas por la silueta del margen de sus alas, muy característica. Se comenta e ilustra este caso en el siguiente artículo (Mariposillas blancas II).

Otra especie que si la observamos volando a cierta distancia podríamos confundir con las Blanquitas o Blanquiverdosas es la Lysandra albicans (la Niña andaluza). Se trata de una mariposa de otra familia, la de los licénidos, que resulta de un tamaño algo mayor de lo normal en su familia y que tiene colores bastante claros en sus alas, tanto que nos puede parecer enteramente blanca (eso sí, sin manchas oscuras en la punta de las alas). Acercándonos un poquito, observándola con pequeños prismáticos o ampliando la imagen en la pantalla de la cámara fotográfica, podremos ver que el fondo de alas que nos parecía blanco es más bien cremita claro con tintes azulados y que, además, tiene puntitos negros y otras marcas cerca del borde trasero del ala. Cuando la veamos con las alas cerradas apreciaremos que el tono predominante es ciertamente muy clarito pero aparecen una serie de puntos negros y marcas anaranjadas (característicos de muchos licénidos) que nunca encontraremos ni en las Pieris ni en las Euchloe. 

Lysandra albicans con alas abiertas (que no parece ahora tan blanca como nos parecía en vuelo...)




L. albicans con alas plegadas, en ambas fotos. Predomina el color blanco tirando a crema, más claro o más oscuro según ejemplares y según iluminación, y con series de puntitos negros que nunca encontramos ni en Pieris ni en Euchloe...


...aunque, a veces, esos puntitos negros se han borrado en algunos ejemplares.


Por agotar posibilidades, los machos de Polyommatus nivescens (la Niña de nácar) también tienen un componente blanco importante en las alas en su parte superior. El reverso contiene series de puntos negros (bueno, a veces no son muy patentes), como L. albicans No es una especie que se deje ver demasiado (más info aquí).

Otro
 licénido de alas paliduchas, gris clarito, que nos podría dar la impresión de ser una mariposilla blanca es la Nazarena, Favonius quercus. Esta impresión se pierde al verla volar puesto que con las alas abiertas se aprecian reflejos azul- violeta (de ahí lo de nazarena, supongo) y sólo cuando pliegan las alas cuando podría existir cierta confusión.

Nazarena con alas cerradas, pasando desapercibida entre las hojas de una encina, su planta nutricia.



Algunos enlaces recomendados:
Actualización 10/07/24. 
En la actualización he incluido las certeras observaciones (y erratas detectadas) de Chico Borrego.

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